Vista general de la exposición.
EXPOSICÓN

Las esculturas de Juan Garaizabal se exhiben desde este viernes en La Lonja

El alcalde y el concejal de Cultura participarán esta tarde en la apertura de la muestra, que se podrá visitar hasta el 27 de febrero
El artista busca rememorar la grandeza de las ciudades mediterráneas y transportar al observador a diferentes núcleos urbanos y culturas como Roma, Alejandría o Beirut
17/12/2021
Por Andrés Estañ
https://youtu.be/L9wXdgMw7ME

“Memoria del mar nuestro: pasado y futuro” es el título de la exposición que esta tarde presentará el escultor madrileño Juan Garaizabal en la sala principal de la Lonja del Pescado y que los interesados podrán recorrer hasta el 27 de febrero.

El alcalde de Alicante, Luis Barcala, y el concejal de Cultura, Antonio Manresa, tienen previsto acompañar al creador en el recorrido inicial de la muestra, integrada por quince piezas de grandes dimensiones.

Garaizabal busca rememorar la grandeza de las ciudades mediterráneas y transportar al observador a diferentes núcleos urbanos y culturas como Roma, Alejandría o Beirut mediante grupos escultóricos de grandes dimensiones y basadas en construcciones que evocan los templos de Argel, Estambul o las alquerías de Alicante.

AMBICIÓN DE FUTURO

Luis Barcala explica que Alicante es la primera ciudad mediterránea que acoge la obra de este autor. “No es solo un orgullo para la ciudad – ha manifestado el alcalde –, sino un reto y una responsabilidad, ya que nos convierte en pioneros de esta ambición de futuro: un tiempo por venir que está en nuestras manos, las de todos los ciudadanos”.

La exposición ha sido gestionada por la Concejalía de Cultura. A través de sus piezas, Garaizabal quiere provocar la reflexión sobre la generosa historia del Mediterráneo. El artista aspira, asimismo, a lograr que los tiempos que vengan recuperen aquella fortaleza, el esplendor y el empuje que los pueblos costeros del Mare Nostrum dejaron en la arquitectura.

PASADO Y PORVENIR

El artista proyecta el pasado en enormes lonas de algodón crudo, gastado, donde se reconocen trazos arquitectónicos que solo pertenecen a la memoria, telas que en sí mismas retrotraen a la vida de un antiguo zoco.

El futuro se convierte en un telón a base de nervios de acero, luz y edificios verticales que recuperan materiales como botellas de plástico y que enfrentan al cielo su silueta hecha en metales brillantes.

La tensión entre ambas texturas, la pátina desgastada de las lonas y el brillo de los metales sintetiza la reflexión del escultor sobre el paso del tiempo, según su óptica.

2.000 AÑOS ATRÁS, 2.000 ADELANTE

El autor propone un cruce de miradas - 2.000 años atrás, 2.000 adelante - para alentar la conciencia y el esfuerzo colectivos. Garaizabal busca la complicidad e interacción de los visitantes, que podrán deambular entre los conjuntos arquitectónicos.

El espectador tendrá la oportunidad de sentirse parte de ese pasado y responsable de su futuro, creando conciencia crítica a través de la emoción que transmite el arte.

Garaizabal se detiene en la arquitectura de las ciudades primeras e imagina el paisaje urbano del futuro, dejando en el aire una pregunta: ¿seremos merecedores de ese gran pasado?

DONACIÓN DE UNA PIEZA A LA CIUDAD
Con esta exposición, y la donación a su término de una de las piezas que la integran, Alicante se suma a la red de ciudades internacionales en las que la obra del artista madrileño se exhibe de forma permanente y pública: Miami, París, Pekín, Shangai, Berlín, Venecia o Connecticut. Será, además, la primera plaza de la cuenca mediterránea que acoja su obra.

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El Tiempo

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