Emotivo homenaje del SPEIS a Piba a por su excepcional trabajo en la Unidad Canina
El Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento del Ayuntamiento de Alicante –SPEIS- han rendido esta mañana un homenaje y despedido a Piba, una de las mejores perras de búsqueda y rescate de la Unidad Canina, que falleció el día 8 de marzo, al fallarle el corazón.
Los bomberos han explicado que “casualmente le falló el corazón, eso que ponía en cada entrenamiento, en cada exhibición, en cada búsqueda real, y después en casa para toda su gran familia”.
La concejalía de Seguridad del Ayuntamiento de Alicante le rinde también honores y la recuerda, poniendo en valor su trabajo salvando vidas.
El pasado año Piba recibió un reconocimiento público del alcalde de Alicante, Luis Barcala, en el parque Ildefonso Prats, por el rescate de Annie, una mujer de 70 años con Alzheimer, que llevaba varios días desaparecida, y Piba logró encontrarla con vida.
Los Bomberos recordaron que en estos años “hasta le dio tiempo a ganar un campeonato de Europa de rescate, y a lo más importante, a salvar vidas humanas, ¡que sólo él pudo encontrar!”.
Todo el parque de bomberos del SPEIS han expresado hoy su dolor por perder a una de las mejores de la Unidad Canina junto a su guía, Narciso Ayuso, y han agradecido públicamente su trabajo rindiéndole homenaje y despidiéndola con unas emotivas palabras: “Hasta siempre Piba. Maestra y compañera. Nos dejas muy pronto, el día de nuestro patrón, has vivido como eras rápida, y te dio tiempo a enseñarnos tantas cosas, que ahora somos mejores bomberos, mejores profesionales, mejores personas”.
Desde Bomberos, el concejal de Seguridad, José Ramón González, destacó que Piba ha sido “una de las grandes en el SPEIS y participó en muchos rescates durante los seis años que trabajó en la Unidad Canina, localizando a muchas personas extraviadas, y la ciudad hoy le agradece su entrega y profesionalidad”.
La Unidad Canina y los Bomberos reivindicaron el trabajo de los perros en Bomberos señalando que ellos “han elegido hasta cambiar sus instintos más primarios por nosotros, se olvidan de jugar, comer, cazar, a cambio de poner todo su ser en localizar vidas humanas. Ellos, nuestros maravillosos y especiales perros de rescate, compañeros en la sombra que no piden salario, ni elogios, ni reconocimientos. Gracias por todo Piba. Siempre en nuestros corazones”.
