HÉRCULES CF | Cuando la rivalidad importa más que el premio
El Hércules se mide al Elche en el Rico Pérez, en el primero de los en principio tres derbis que vivirán ambos equipos esta temporada. En principio, porque una vez llegados a playoff, si ambos se clasifican, nunca se sabe que deparará el capricho de los cruces en el camino del ascenso a Segunda División. Por un momento, ambas aficiones olvidarán el triste presente por el cual transcurren sus entidades, teniendo que batirse el cobre en una categoría que, a priori, no corresponde a la historia y a la trayectoria de sus equipos.
Los blanquiazules llegan al encuentro con el primer conato de crisis en marcha. El conjunto de Siviero no carbura, y el irregular inicio de temporada ha levantado las primeras voces que ponen en cuestión el trabajo de los alicantinos. El conjunto capitalino es décimo en la tabla, muy lejos de los dos equipos que marcan el paso en la categoría, y a más de un partido de la frontera de la promoción de ascenso. Viene de ceder un empate al Badalona en el Rico Pérez, y con los fallos de concetración como principal pecado en los cinco primeros partidos de liga.
Diferente situación vive el conjunto franjiverde. Los ilicitanos son líderes del Grupo III de Segunda B, por delante de Mallorca y Villarreal B, por el momento, auténticos favoritos. Los de Mir se han anotado cuatro victorias en liga, tres de ellas goleando a Peralada, Badalona y Aragón, permitiendo solo un empate, el de la primera jornada de liga en la Nova Creu Alta de Sabadell. Nino y Benja son los máximos artilleros del Elche con tres dianas, y junto a Javi Flores, llegan descansados tras no ser de la partida en Ibiza, en el encuentro que midió a su equipo con el Penya Deportiva.
Crisis e idilio, y una situación que tiene nombres propios. Los de jugadores y técnicos que han tomado el Camino Viejo entre ambas ciudades. Vicente Mir vuelve a la que fue su casa hace dos temporadas, siendo el entrenador que más cerca ha estado del ascenso a Segunda, un premio solo privado por un golazo inapelable de Carlos Calvo, y por un injusto a la par que cruel resbalón de Álex Muñoz. Su salida del club enojó a parte de la afición, pero su fama de entrenador duro no había granejado cariño en un vestuario que hoy casi no existe.
Los Flores y Miñano copan otro capítulo de una íntima historia de rivalidad. Javi cambió el blanquiazul por el franjiverde, una vez que Portillo decidió rescindir su contrato. Jorge Cordero y Mir intentaron atraer al Martínez Valero a dos jugadores como Chechu y el mediocentro alicantino, pero ambos decidieron apostar finalmente por el equipo de la capital provincial. Edu Albácar, Juli y Samuel Llorca también saben lo que es jugar para ambos equipos, con un Óscar Díaz completando la terna de jugadores en los dos equipos con más solera de la provincia.
Capítulo en la previa merece la afición. Tras la publicación de los precios por parte del Hércules, las peñas del Elche decidieron no acudir en masa al Estadio en señal de protesta, algo que parece si va a hacer la Jove Elx. Por su parte, una de las peñas de la grada de animación del Rico Pérez, la Curva Sur, ha interrumpido su protesta por la prohibición de la entrada de material para la animación para arropar al conjunto alicantino en el Rico Pérez. Por lo importante del duelo, y la gran afluencia de público, Antiviolencia ha decretado el partido de alto riesgo.
Ingredientes de sobra para un partido que va a poner el foco del deporte provincial sobre lo que ocurra en el recién resembrado césped del Rico Pérez. El premio queda a un lado, en un partido en el que el Hércules busca la redención (con un acento de reivindicación por parte de Siviero), y el Elche dar un golpe importante para confirmarse como dueño y señor de la categoría. El caramelo de enfrentarse a un equipo de competición europea puede quedar a un lado ante todo lo que estará en juego el miércoles a partir de las 21:00.