El V Gran Desembarco Moro traslada Alicante al siglo XVI ante más de 20.000 personas
El V Gran Desembarco Moro, que se ha desarrollado este viernes en la playa del Postiguet ante más de 20.000 personas, ha recreado imágenes de la batalla entre piratas berberiscos y cristianos en el Alicante del siglo XVI.
Como ha explicado la concejala de Fiestas, Cristina Cutanda, durante el desarrollo de la escenificación. "Es una histórica manera de acercar la fiesta de Moros y Cristianos al centro de la ciudad y al visitante. Con ello se fomentan también estas celebraciones en los distintos barrios de Alicante", ha señalado la edil.
Cutanda ha estado acompañada por las concejalas Nayma Beldjilali, Cristina García, Begoña León, e integrantes de la Corporación Municipal. Juan de Dios Bermúdez, presidente de la Federación de Moros y Cristianos de Alicante (FMYCA) ha hecho de anfitrión.
La Entrada de las Tropas, la Batalla, el Desembarco, la Embajada y la Capitulación se han ido sucediendo en el conjunto del espectáculo que ha finalizado con el disparo de un castillo de fuegos artificiales por parte de Pirotecnia Hermanos Sirvent.
El V Gran Desembarco ha simulado la batalla que enfrentó a piratas berberiscos y el bando cristiano en la costa alicantina. Han sido casi 400 figurantes quienes la han recreado. De éstos, 280 en la playa distribuidos en los campamentos moro y cristiano, ocupando cinco jaimas; otros 50, en los ocho faluchos con los que el bando de la Media Luna ha llegado a la playa.
El disparo lo han protagonizado alrededor de 50 arcabuceros de Villafranqueza-El Palamó, El Rebolledo y Altozano. Cuatro jinetes, dos por cada uno de los bandos, se han batido a caballo y junto a ellos ocho recreacionistas y un narrador.
Los Embajadores de El Rebolledo han desempeñado ese mismo cometido y han protagonizado las Capitulaciones. La recreación ha contado también con la presencia de la Abanderada Mayor de la FMYCA, Sonia Gómez Rodríguez, y las de Altozano y Rebolledo.
Los asistentes también se han podido acercar al zoco árabe instalado en el Paseo de Gómiz, conformado por un centenar de puestos, la mayoría de ellos de gastronomía y artesanía, que representan oficios de la época.
