Alicante fue la ciudad española que consiguió las mascarillas más baratas para su población
Alicante fue la ciudad española que compró las mascarillas quirúrgicas más baratas para su población en plena pandemia del coronavirus. Según un informe elaborado por el Tribunal de Cuentas, en el que se fiscalizan las operaciones de compra de material de protección contra el virus realizadas por las 12 ciudades más pobladas de España, el ayuntamiento alicantino pagó un precio medio de 0,09 euros por mascarilla, el coste más bajo abonado en comparación con el resto de grandes ciudades del país, que pagaron precios muy superiores a los conseguidos por el consistorio que preside Luis Barcala.
Alicante llevó a cabo siete macrocompras por la vía de urgencia para adquirir unos siete millones de mascarillas y repartirlas de forma gratuita entre su ciudadanía durante el periodo más duro de la pandemia, cuando escaseaban en el mercado este tipo de productos y las administraciones buscaban por todos los medios elementos de protección indispensables para los hogares con el objetivo de protegerlos del virus.
Córdoba, segunda del ranking, pagó más del doble que Alicante: 0,20 euros por mascarilla. Barcelona, la tercera de este top-12, abonó 0,40 euros por mascarilla, es decir, cuatro veces más que Alicante. Zaragoza pagó también 40 céntimos por mascarilla, mientras que Valencia llegó a los 0,48 euros. Madrid y Málaga pagaron 0,5 euros por cada mascarilla según el informe de Cuentas. Bilbao es, de las capitales analizadas, la que más pagó por sus mascarillas: 0,98 euros por cada una. O lo que es lo mismo: la ciudad vizcaína pagó casi 11 veces más que Alicante por sus mascarillas. Sevilla pagó 0,9 euros; Murcia 0,7 euros, Palma de Mallorca 0,60, y Las Palmas abonó 0,58 euros de media por cada una de sus mascarillas.
Una de las razones que llevaron a Alicante a pagar el precio más bajo por sus mascarillas fue que el Ayuntamiento recurrió directamente a los agentes y proveedores de material sanitario, ahorrándose el 'peaje' de las fuertes comisiones de los intermediarios. Asimismo, el consistorio alicantino figura en el informe del Tribunal de Cuentas como uno de los que más fomentó la competencia y concurrencia de los licitadores para garantizarse el precio más bajo y asequible posible entre las diferentes propuestas solicitadas.
