Alicante aprueba su Plan Local de Residuos orientado a fomentar el reciclaje y el reaprovechamiento
El Pleno del Ayuntamiento de Alicante ha aprobado definitivamente el Plan Local de Residuos (PLR) que desarrolla el modelo que regirá la recogida selectiva y valorización de los residuos en el municipio durante los próximos seis años, una planificación orientada a fomentar la concienciación en el reciclaje y el reaprovechamiento, reduciendo el rechazo en vertedero.
Alicante se convierte en la primera de las grandes ciudades de la Comunidad Valenciana en aprobar este documento.
El concejal de Medio Ambiente, Manuel Villar, ha agradecido “la confianza otorgada después del largo proceso invertido para su redacción, dada la complejidad técnica del documento, en el que se sientan las bases del modelo en el que se desarrollará la recogida de los residuos urbanos de la ciudad de Alicante, que plantea un modelo de recogida selectiva que incentiva la selección en origen".
El documento "reorganiza la recogida en islas de contenedores más compactas e introduce sistemas electrónicos de control y gestión de la gestión de usuarios y la recogida selectiva”, ha añadido el edil.
Villar también ha recordado que “el nuevo modelo incluye el desarrollo de experiencias piloto en la recogida puerta a puerta en barrios con las condiciones necesarias para este sistema, que ya han sido estudiados en el plan, como pueda ser el de Divina Pastora, y que también se aplica en la recogida de residuos en establecimientos de restauración y hostelería, el conocido como canal HORECA”.
“Además, se adoptarán más de un centenar de iniciativas para fomentar el segundo uso y el reaprovechamiento, bien sean mediante campañas informativas apoyo a mercadillos o rastros, así como para reducir la generación de residuos en edificios públicos y centros educativos y avanzar hacia una economía circular, fomentando la correcta separación en origen y el reciclaje con iniciativas, por ejemplo, al fomento del uso del agua del grifo en lugar de la embotellada para evitar la generación de recipientes plásticos”, ha comentado el responsable de Medio Ambiente.
Villar ha explicado el motivo del rechazo de las alegaciones por basarse en opiniones o en cuestiones no asumibles por los servicios técnicos. El concejal ha recordado que "el plan tiene vigencia de seis años y que cada dos años hay que revisar, por lo que se podrán introducir mejoras".
"Nos tenemos que felicitar porque esta va a ser la primera localidad importante de la Comunidad Valenciana que va a tener aprobado este documento con todos los estudios técnicos para afrontar la evolución en la generación de residuos en la ciudad y conseguir los objetivos de reciclaje y eliminación de los residuos", ha declarado el edil.
"El objetivo es reducir la producción de residuos en el ámbito municipal, tenemos que revisar las ordenanzas, reducir la producción de residuos en edificios municipales, concertar también esta premisa con centro educativos, la realización de campañas de concienciación, fomentar el segundo uso y avanzar hacia la economía circular fomentando la segregación en origen con la correcta separación y mejora de la recogida selectiva", ha resaltado como principales objetivos.
Al mismo tiempo, Manuel Villar ha recordado que también se está tramitando el proyecto de gestión del Plan Zonal de Residuos de Alicante, que afecta al Centro de Tratamiento y al vertedero, y el Plan de Ecoparques y Ecopuntos móviles, que supondrán grandes avances en esta materia en la ciudad para cumplir con los objetivos marcados en las normativas autonómicas, nacional y europea.
DOBLE DISCURSO
Manuel Villar ha cuestionado el doble discurso de los grupos de la izquierda municipal, que cuando gobernaban el Ayuntamiento en 2017 y en el Consejo de Sosteniblidad defendieron, hace solo cuatro años, un modelo de gestión de residuos similar al que se va a aprobar y que también se sigue en otras ciudades gobernadas por los socialistas como Elche o Valencia con Compromís y PSOE.
En este sentido, Villar ha recordado que el Tripartito de izquierdas planteaba en 2017 la introducción de un millar de contenedores marrones, de los que se llegaron a colocar 125 con un coste de recogida de 300.000 euros anuales y que llevó aparejada una campaña informativa ‘El vecino del quinto’ con un coste en torno a los 25.000 euros”.