El Centro de Formación de Impulsalicante adopta el nombre de Alejandrina Candela, fundadora de la Horchatería Azul
El nombre de Alejandrina Candela luce ya en la entrada principal del Centro de Formación para el Empleo de la Agencia Local de Desarrollo 'Impulsalicante', como homenaje a la figura de esta mujer, fundadora de la Horchatería Azul, que se han convertido en un símbolo y en un ejemplo para las numerosas personas que pasan por este espacio formativo municipal para adquirir las habilidades necesarias para la búsqueda de empleo.
El acto ha contado con la presencia de la concejala de Empleo y Fomento, Mari Carmen de España, que ha estado acompañada por compañeros de la corporación municipal, los familiares de Alejandrina Candela, profesores y personal de este centro formativo que desde hoy será reconocido con el nombre de esta emprendedora alicantina.
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Alicante acordó el pasado 6 de agosto otorgar al Centro de Formación de la Agencia Local de Desarrollo, Económico y Social 'Impulsalicante' el nombre de Alejandrina Candela, fundadora junto a su marido Manuel Sorribes de la emblemática y tradicional Horchatería Azul (situada en la calle Calderón de la Barca, en las inmediaciones de la Plaza de Toros).
De España ha resaltado que "Alicante reconoce de esta forma la figura de esta mujer humilde y trabajadora, símbolo de la voluntad de emprender, del esfuerzo y la superación, que consiguió sacar adelante el negocio familiar que ya está cerca de alcanzar su centenario y por ello ha colocado su nombre a el acceso a sus instalaciones".
El alcalde, Luis Barcala, visitó recientemente a las nietas de Alejandrina Candela en la Horchatería Azul para hacerlas partícipe de la propuesta y recibir su aprobación, con el objetivo de impulsar el expediente administrativo para que su nombre se asocie al del Centro de Formación por el que pasan miles de alicantinos para mejorar su cualificación profesional y tener nuevas oportunidades de inserción en el mercado laboral en aquellos oficios que demandan las empresas.
De España ha recordado que “era intención de esta Agencia Local de Desarrollo la búsqueda de un nombre para nuestro Centro de Formación que estuviera íntimamente relacionado con su misión, que no es otra que el desarrollo socio económico del municipio. Trabajamos para el empleo y el desarrollo local, por un lado con las personas desempleadas y por otro con el sistema empresarial, poniendo una especial atención sobre las microempresas ya que es un tejido productivo imprescindible en la ciudad”.
Una historia casi centenaria
Alejandrina Candela, fundadora junto a su marido, D. Manuel Sorribes de la que más adelante sería conocida como la Horchatería Azul allá por el año 1930, fue un ejemplo de mujer humilde y trabajadora que consiguió sacar adelante el negocio familiar, que está cerca de alcanzar la cifra del centenario. Se casó a la temprana edad de 18 años y se trasladó a vivir a la casa familiar de su marido, situada sobre la fábrica de corcho que regentaban y que acabaría convirtiéndose en la Horchatería Azul.
Allí trabajó fabricando objetos de corcho, entre ellos heladeras para granizados. Tras un breve paréntesis de un año en Orán (1932), Candela y su marido volvieron a Alicante. La familia obtuvo entonces una patente para elaborar jarabe de horchata, que vendían a la hostelería.
La Guerra Civil trajo con ella la dificultad para encontrar materias primas y a esto se unió el fallecimiento de sus suegros y la enfermedad de su marido, que lo incapacitó para trabajar. La fábrica cerró y Candela se vio sola con tres hijos a los que alimentar: Manuel, Alejandro y Alejandrina. Durante la guerra, no dudaba en ir sola a las fincas que tenían algunos familiares fuera de Alicante y allí cargaba sacos de arroz o de lo que pudieran darle y se los llevaba a Alicante en trenes de mercancías. Entonces se le ocurrió la idea de transformar el local familiar en una horchatería, aprovechando la patente que tenían: nacía así la Horchatería Azul.
Con gran talento comercial logró sacar la horchatería y a su familia adelante. Empezaron a ofrecer cafés y desayunos para los trabajadores de la fábrica de
sacos, que pasaban por delante del negocio todas las mañanas. Así conseguían sobrellevar los meses de invierno en los que la horchata apenas se vendía.
Su hijo Manuel y su nuera, María Tafalla, fueron los artífices de la consolidación de la Horchatería Azul como negocio. Cogieron el relevo de la gestión de la horchatería y trabajaron duramente hasta conseguir que la empresa llegue hasta nuestros días, asegurando incluso el relevo generacional con un bisnieto. Alejandrina se jubiló a los 65 años, pero siguió ayudándoles cada día hasta pasados los 80. Falleció a los 99 años, rodeada de los suyos. Hoy están al frente de la Horchatería Azul sus nietas Inmaculada y Mari Ángeles y ya han trabajado allí algunos de sus 14 bisnietos. Un negocio que es ya parte de la historia de Alicante y que, como la propia Alejandrina Candela, ha dejado huella en todos sus descendientes.